CRONICARIO CULTURAL TIMOTENSE
24 DE JUNIO: DIA DE SAN JUAN
Por: Jesús María “Chuma” Espinoza Marín
Cada 24 de junio, celebramos el Día de San Juan, en memoria del
Profeta que Bautizó a Nuestro Señor Jesucristo, en las aguas del Rio
Jordán. Sin duda que en los Estados Andinos, especialmente en nuestros
pueblos del Páramo, se mantienen algunas
tradiciones interesantes que dan esencia a la idiosincrasia paramera.
Nuestra gente se reúne en familia para realizar paseos a los vecindarios
o campos cercanos, eligiendo el lecho de alguna quebrada, la cima de la
montaña o en los espacios de la casa de campo de familiares o amigos,
para cumplir con la elaboración y degustación del típico Curruchete o
dulce criollo que se elabora en este día a base de papelón, queso
criollo y pan, ingredientes cocidos al fuego durante algunas horas, que
dan como resultado una mezcla exquisita que se degusta entre
conversaciones y algún trago de miche claro o anisado. La esencia de
esta tradición radica en la elaboración del dulce al aire libre, en
fogón de leña, y entre cantos tradicionales, ocurrencias y
conversaciones familiares. Dicen que no debe comerse tan caliente, ni
tomar agua fría después de comerlo, porque produce cólicos y diarrea.
Cada Día de San Juan el ambiente se torna extraordinariamente bello:
viento suave del páramo, tardes nubladas, en ocasiones lluvia abundante
y mucho frío, escenario perfecto para que afloren los mas hermosos
testimonios de la tradición oral, por ejemplo: dicen que en su Día San
Juan se quedó dormido, y no supo de celebraciones, que cuando despertó
preguntó a San Pedro: “qué día es hoy? A lo que San Pedro respondió
lleno de alegría: “hoy es mi día, el suyo ya pasó”. San Juan se molestó
sobremanera que comenzó a orinar y orinar y orinar mucho, dicen que por
esa razón llueve tanto después del 24 de junio, son las lluvias
prodigiosas de aguas sagradas de San Juan, las que generan sendas
nevadas en el páramo, las que aumentan las nacientes de aguas generando
las crecientes de quebradas y ríos, dicen que las aguas están puras y
muchos acostumbran bañarse con el agua fría de los manantiales.
Nuestra gente acostumbra cada 24 de junio: Leer el huevo, ritual que
consiste en abrir y colocar el contenido de un huevo en un vaso de
cristal con agua, luego de reposar durante algunas horas, una persona
“curiosa” o con talento natural para adivinar, implorando oraciones
cristianas revelará el futuro de la persona encomendada. Dicen que al
leer el huevo, allí se precisan muchos detalles importantes de la vida
de la persona, incluso se visualizan situaciones difíciles, inolvidables
estos casos: una jovencita enamorada cuya aspiración era contraer
matrimonio por la iglesia pero la lectura del huevo reflejaba la imagen
de una iglesia desechándose progresivamente, al conocer la predicción
salió muy triste porque le alegaron que no se casaría por la iglesia; y
el caso de un familiar que pidió que se lo leyeran y sorpresa: apareció
en el vaso algunas imágenes con formas inexplicables que reflejaban
muerte y qué cosas al tiempo falleció. Igualmente la joven nunca se casó
por la iglesia y su noviazgo se torno en fracaso. Todavía en nuestros
pueblos se cumple con dicha costumbre. Por cierto la historia nos da
cuenta de una extraordinaria Matrona Timotense, a quien llamaban Doña
Fortunata, quien cada 24 de junio, recibía en su casa de habitación,
ubicada en las cercanías de la Plaza Miranda de Timotes, a mucha gente
de la población que pedía desde tempranas horas que le leyeran el huevo.
Muchos hombres y mujeres, dejaban su ofrenda monetaria y se despedían
contentos y felices o tristes y preocupados, dependiendo de las
predicciones. Indudable que Doña Fortunata aumentaba su peculio y
afirmaba en voz alta: “San Juan todo lo tiene, San Juan todo lo da y a
ti…te dará…” y soltaba en su discurso las cosas buenas o malas que le
aguardaban al solicitante.
Finalmente es importante destacar el
alto grado de respeto que nuestros campesinos y pueblerinos demuestran
cada 24 de junio, muchos cumplen sus rituales de ofrendas a las aguas
vivas de quebradas y ríos, en actitud de súplica para que no haya
crecientes, otros en agradecimiento por las lluvias para sus sembradíos y
buenas cosechas, gratitud a los Dioses Indígenas Arco y Arca, dueños
absolutos de los Páramos y sus lagunas quienes se manifiestan a través
de los Encantos llevándose personas, desapareciéndolas en los páramos,
generando granizadas y nevadas o simplemente cubriendo de neblina esos
parajes desolados donde la leyenda y la mitología se hacen realidad en
estos días de junio. Gloria y devoción a San Juan Bautista por las
extraordinarias vivencias que nos deja en cada Celebración, Admiración a
nuestra gente que con sabiduría mantiene su legado!
Jesús María “Chuma” Espinoza Marín
Historiador y Cronista Popular
25 de junio de 2014
Ante lo elocuente y certera expresión de lo afirmado, "Chuma", le felicito por contribuir con sus aportea al engrandecimiento del intelecto, no solo de nosotros los timotenses, sino de quienes, forasteros que agradecidos por su gente, han dejado raices en nuestro Pueblo. En lo atinente a San Juan Bautista, a quien particularmente catalogo como "el santo de los santos", toda vez que lei una lápida, (en latín), que traducid al castellano expresa: "NO HA PARIDO LA TIERRA OTRO MAS GRANDE". Y para concluir, amigo Chuma, es posible que aun se conserven libros en el Palacio Arzobispal de Mérida, toda vez que le dediqué harto tiempo en leerlos, cuendo se encontraban en la casa cural de Timotes, recuerdo que el más antiguo que leí, tenía una data del año 1.627, escrito en castellano antiguo, y si mal no recuerdo, el primer cura párroco de esa "encomienda", (ya que así se titulaba) era el Bachiller Antonio del Berrío. Adelante, amigo mío en ese ímpetu por la investigación objetiva y veraz en aras de compartir los conocimientos con las personas que tenemos sed de apender.- Ramón V. Ramírez
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