CRONICARIO CULTURAL TIMOTENSE
PLAGIO LITERARIO
Por: Jesús María “Chuma” Espinoza Marín
En octubre de 2013, salió a la luz pública, la Obra Titulada: “Chachopo Ayer y Hoy” (287 páginas) de Jesús Aligdo Ramírez, un joven de Chachopo empeñado en aportar informaciones históricas a la sociedad Chachopense para llenar de alegría a sus paisanos y contribuir a la exaltación cultural de su terruño. Sin duda que es un esfuerzo interesante, por la perseverancia y por la calidad de la presentación del formato bibliográfico, un buen trabajo de los Talleres Gráficos Universitarios de la ULA Mérida, donde se precisa la calidad en la caratula, papel, diagramación y excelentes gráficas. Sin embargo, al abrir las páginas de dicha obra nos decepcionamos porque nos conseguimos, sin restarle méritos, con grandes fallas gramaticales donde la incongruencia y los errores estructurales dejan mucho qué decir. En mi caso particular como Historiador y Cronista Popular de Los Andes, me siento asombrado al precisar que entre las páginas 68 y 73, se produce un vulgar plagio literario de informaciones que me pertenecen por investigaciones realizadas desde 1988, publicadas debidamente como artículos de opinión en periódicos regionales como Diario El Tiempo de Valera y Diario Frontera de Mérida, los cuales reposan en los Archivos correspondientes con los siguientes títulos: “Las Vías de Comunicación Terrestres: Tramo Carretero Timotes-Valera, 1916 – 1925”. (Tesis de Grado) Universidad de Los Andes, Facultad de Humanidades y Educación, 1988, 160 Págs.; “TIMOTES SE UNIO A LA CAUSA”, Artículo de opinión de mi autoría publicado en Diario Frontera de Mérida, de fecha, domingo 19 de Junio de 1988, Página A-8; “TIMOTES SE UNIO A LA CAUSA”, Artículo de Opinión de mi autoría publicado en Diario El Tiempo de Valera, de fecha, domingo 23 de junio de 1991, página 4; “Cronicario Cultural. PASO DE BOLIVAR POR LOS ANDES”, artículo de opinión de mi autoría publicado en Diario El Tiempo de Valera, de fecha, martes 23 de junio de 1992, página 19; y “EL PRIMER AUTOMÓVIL DEN TIMOTES”, artículo de opinión de mi autoría publicado en Diario El Tiempo de Valera, de fecha, domingo 07 de julio de 1991, página 8; y en los Libros: “Historia Mínima de Timotes”, Primera Edición de mi Autoría, Escuela de comunicadores Populares “Mario Kaplún”, Mérida, 1992, 163 páginas ; “Campaña Admirable de 1813. Paso de Bolívar por Los Andes”, Varios Autores, Fondo Editorial Municipal, Junio de 2006, 63 páginas; y “La Campaña Admirable de 1813. El Paso del Libertador Simón Bolívar por Los Andes Venezolanos” titulo de mi autoría, Segunda Edición, junio de 2013, 52 páginas. Es importante informar que Jesús Aligdo, descaradamente toma parte de mis informaciones relacionadas con la Llegada del Primer vehículo a Timotes; y el Paso del Libertador por Los Andes, específicamente por Chachopo y Timotes, y las inserta en su libro como suyas, sin otorgar ningún crédito ni hacer ningún tipo de referencia a mis obras. Incluso falseando la historia de Chachopo, al asignarle sucesos históricos de otras latitudes, registrados en fuentes originales que sucedieron en Timotes y de los cual podemos dar testimonio porque están contenidas en los ejemplares del primer periódico Timotense conocido como “El Pordiosero”, dirigido en otra época por Don Jesús María Espinoza, el cual circuló en su primera edición un 01 de mayo de 1910, prolongándose sus ediciones hasta 1917, y de cuyo patrimonio familiar somos herederos. Esta acción echa por tierra la seriedad de la propuesta editorial y nos recuerda que estamos frente a la piratería e improvisación.
Esta situación me obligó a escribir esta nota, con la firme intención que se respeten los derechos de autor y se otorguen los créditos correspondientes al investigador, lo contrario es faltarle a la ética y a los principios elementales de las técnicas de investigación que cualquier autor, interesado en publicar, debe conocer hasta la saciedad. Soy de los convencidos que cuando publicamos cualquier información, ya los contenidos no son nuestros porque se convierten en patrimonio de nuestro pueblo, quien los utiliza a su manera y los guarda como un preciado tesoro para enriquecer su cultura y valorar sus raíces. Pero tomar informaciones de otros autores y publicarlas como nuestras representan un delito conocido como plagio literario que nos llena de indignación.
No es mi estilo ventilar este tipo de situaciones en los medios pero creo que moralmente estoy obligado a hacerlo porque justo estas páginas periodísticas han sido testigos de mis aportes en materia de investigación etnohistórica y mas aún nuestro pueblo lector debe conocer la situación para que este consciente del grave error cometido por este autor. Ya la obra está en circulación y serán muchos los confundidos con diversas informaciones contenidas en la misma, por lo cual agradezco a los sabios lectores la lectura consciente del error cometido entendiendo que errar es de humanos y corregir es de sabios, y que por mucho que ocultemos situaciones siempre la verdad saldrá a flote. Bienvenida la creatividad y originalidad como esencias de propuestas convincentes, rechazo total a la piratería y falsedad.
Jesús María “Chuma” Espinoza Marin
Historiador y Cronista Popular
Timotes, Julio de 2014
ANALISIS DE LOS TEXTOS PLAGIADOS
El mencionado autor Jesús Aligdo Ramírez, toma descaradamente parte de mis informaciones relacionadas con la Llegada del Primer vehículo a Timotes; y el Paso del Libertador por Los Andes, específicamente por Chachopo y Timotes, y las inserta en su libro como suyas, sin otorgar ningún crédito ni hacer ningún tipo de referencia a mis obras. Veamos la esencia original de mis escritos:
Primer Caso: “EL PRIMER AUTOMOVIL EN TIMOTES
La célebre Junta “Unión y Progreso” de Timotes, dirigida por el presbítero Buenaventura Vivas, continuaba adelante con los trabajos carreteros, iniciados en 1916 entre Timotes y Valera.
Aquellos valerosos dirigentes cumplieron su cometido y prueba de ello fue que el día 24 de julio de 1923, quedo para la historia local al realizarse la inauguración, solemne y jubilosa, de la primera sección de la Carretera Timotes, en un tramo de 6 kilómetros aproximados entre Timotes y La Raya (Limite entre Mérida y Trujillo). El mencionado tramo estaba listo: apto para ser transitado por vehículos automotores. Así, sucedió que en emotivo acto protocolar se cristalizo parte de un rompecabezas hoy conocido como Carretera Trasandina, triunfal señal del progreso.
Ese día es trascendental para la historia Timotense, puesto que se celebró espléndidamente la llegada del primer automóvil a esta ciudad. Destaca que aquel primer vehículo fue transportado a hombros, por un grupo de peones desde la ciudad de Valera, ciudadanos que recorrieron lo ancho y largo del viejo Camino Nacional hasta el pie del cerro la Mocotí, Jurisdicción de Trujillo. La heroica peonada, cargando pieza por pieza, bajo las órdenes del Señor Florencio Uzcátegui, llegaron a La Mocotí días antes, victoreando “el progreso del Padre Vivas”. Aclaramos que la distribución del motor, su embalaje en Valera y su respectiva armada en la Casona del Padre Vivas, estuvo a cargo del “inteligente mecánico Sr. Jorge Morales Colmenares”.
Aquel primer vehículo fue propiedad del Padre Vivas, quien en compañía del entonces Jefe Civil del Distrito Coronel Pedro Pablo Febres Cordero, en la noche del 24 de julio de 1923, hicieron su entrada por la calle principal de la población (hoy avenida Bolívar), seguidos de una inmensa cantidad de pueblo que deseaba admirar el vehículo a la par que otro grupo de personas lo miraba con asombro, recelos y muy de lejos. Ese histórico vehículo fue conducido por Teodoro “Castillo” Chaparro Castillo, quien paso a la historia como el primer conductor de Timotes. Ese mismo día se inauguraron las encementadas calles Real y de La Iglesia (Avenida Bolívar y Miranda), logros importantes de la Junta “Unión y Progreso”. Aquel automóvil era un Ford, color negro y refieren las crónicas periódicas que una vez llegados a la Casa Cural, el Presbítero Monseñor Buenaventura Vivas “obsequió una copa de champagne y fue bautizado aquel “primer Caballo de Gasolina” que oso remontar estas alturas”. (3) Con el tiempo se hicieron frecuentes, los vehículos en la zona, más aun con la apertura de la Gran Carretera Trasandina en 1925.
Concluimos expresando que la llegada del primer vehículo a Timotes significó la misma llegada del progreso para nuestras habitantes. (4)
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(3) “El Automóvil”. En: Argos. Nº 3, Timotes, 1 de diciembre de 1923, Pág. 7.
(4)Véase: ESPINOZA MARIN, Jesús María. Ob. Cit. Págs. 83-85. Nota: esta cita refiere a mi trabajo de Tesis de Grado, véase: ESPINOZA MARIN, Jesús María. Las Vías de Comunicación Terrestres: Tramo Carretero Timotes-Valera, 1916 – 1925. (Tesis de Grado) Universidad de Los Andes, Facultad de Humanidades y Educación, 1988, 160 Págs.
Estas Informaciones son parte de mi Trabajo de Tesis de Grado mencionado y aparecen en mi Libro: “Historia Mínima de Timotes”, 1992, pág. 83 y 113. De esta fuente que Jesús Aligdo Ramírez no cita por ningún lado, toma informaciones y escribe lo siguiente:
“…para estos tiempos se conoció el primer automóvil en Chachopo, el día 25 de julio de 1923 (nótese que altera el día original) hizo entrada por la calle principal, hoy día denominada calle Santa Bárbara.
Siendo su propietario el Párroco Buenaventura Vivas, quien en compañía del jefe Civil del Distrito el coronel Pedro Pablo Febres Cordero rodeados por la población en general, que asombrados observaban de lejos el automóvil, conducido por Teodoro Castillo quien fue el primer conductor de esta región, aquel automóvil era un farol (nótese que incurre en error porque era un Ford) /pág. 68/ color negro fue bautizado como el “Primer caballo de gasolina” que logró remontar estas alturas, siendo un hecho de vital importancia para la época porque significó la llegada del progreso para nuestros habitantes.
… /pág.69/ ”
Sin duda, que irrespeta mis investigaciones porque las toma, las manipula y las hace pasar como reales, cuando estas no sucedieron en ese poblado como él las refiere.
Segundo Caso: “HUELLAS DEL HEROE: PASO DE BOLIVAR POR TIMOTES
Al conocerse entre los vecinos de Timotes, la estadía del entonces Brigadier Simón Bolívar y su ejército en la Ciudad de Mérida (Campaña Admirable 1812-1813), nuestros antepasados, valerosamente, se dispusieron a alistarse en las filas republicanas, uniéndose patrióticamente a la Causa Independentista.
Simón Bolívar permaneció en la ciudad de la Cierra Nevada, desde el 23 de mayo hasta el 10 de junio de 1813 y desde allí lanzó un llamado a los merideños, que en el transcurrir del tiempo se traduce en más de quinientos voluntarios: hombres deseosos de servirle a la Causa Republicana. Estos refuerzos espontáneos se sumaron progresivamente. Al paso del libertador por cada pueblo andino, aumentaban las filas del ejército.
El día 10 de junio de 1813, Bolívar y comitiva se alejaron de la Serrana Mérida, marchaban cargados de pertrechos militares, comidas y morocotas donadas por algunos familiares pudientes como contribución a la Causa Independentista. Llenos de satisfacciones y recuerdos continuó la admirable travesía en busca de Trujillo. Montañas arriba y por entre las propias orillas del torrentoso Río Chama, deambularon hasta llegar al sitio de Moconoque (Mucuchíes), donde se unieron fielmente, a petición del Libertador, el indio Tinjacá y su perro mucuchicero: Nevado.
Las huellas del héroe, quedaron para el recuerdo, en el largo y penoso recorrido del Camino Nacional interandino que saludaba los sitios de Mucuchíes, San Rafael del Páramo, Apartaderos y el Alto Páramo o Collado del Cóndor (hoy Pico El Águila), donde el frió se siente con mayor intensidad. Al paso del ejército Bolivariano, se unían jóvenes, bisoños decididos a luchar por la libertad. Mientras muchos de los habitantes andinos se escondían temerosos, otros acudían con respeto a saludar los atrevidos viajeros “a caballo”.
Desde tempranas horas del día 11 de junio, Bolívar y sus hombres, descendieron desde el Collado del Cóndor, allende el nacimiento del Río Motatán. Luego de un duro transitar, llegaron en horas de la tarde moribunda a la célebre Meseta de los Chachopos, paraje que lo albergó en sus entrañas, ofreciéndole más frío. Cansados del difícil recorrido y deseosos de vencer los azotes del tiempo, los transeúntes se aprestaron a pernoctar en aquel hermoso sitio de los ChachopÍes. Allá al sereno de la noche sobraron las inspiraciones: maduró un pensamiento “tenebroso” que se plasmó días después en el atrevido “Decreto de Guerra a Muerte”, documento fechado en Trujillo el 15 de junio de1813.
A la madrugada siguiente, cuando los primeros rayos solares acariciaban la serranía, Bolívar dio órdenes de continuar el recorrido, y bajo desde Chachopo aguas abajo del Río Motatán, rompiendo al transitar un suave tendido blanquecino de escarcha que el frío paramero se empeña en tejer por las madrugadas. Escuchó el Libertador los cantíos variados del pájaro andino y las bruscas correrías del majestuoso Río. Rato después, cuando el radiante sol dominaba a su antojo, el séquito de guerreros entro al Valle de los Timotes, donde Bolívar avivó los recuerdos de las desaparecidas culturas Timotes y Cuicas. Aquí el espíritu bolivariano se rebozó de fortaleza ante la osadía de los jóvenes lugareños (casi un centenar), quienes ansiosos esperaban el paso de los héroes para acrecentar su ejército y contribuir al triunfo de la libertad americana.
De los registros históricos existentes, pudimos conocer algunos de los nombres de los ciudadanos Timotenses incorporados, en Timotes, al ejército Libertador. Agregamos que otros paisanos se habían trasladado hasta el Cantón de Mucuchíes poniéndose a las órdenes del Comandante José de Jesús Quintero, adelantado por Simón Bolívar para reclutar voluntarios para la guerra. Entre ellos, estuvieron: “Celedonio, Rosario e Ignacio Moreno, Encarnación Díaz, Paz Maldonado, Pascual y Encarnación Maldonado, Domingo Rivas (indio), José Antonio Araujo, Cruz Rivas, Agustín Combita, Santos Rondón, Juan José y Santos Toro, Jerónimo Bustos, Juan José y Juan Andrés Rivas, Santos Romero, Ignacio y Luís Díaz, Benardino Moreno, Natividad Araujo, José Jesús Puentes, Miguel Maldonado, José Jesús Villarreal, Juan Ascensión y Benito Ocanto, José Jesús Montilla, Pedro Cano, Antonio y Pedro Gracia, Jesús y Matías Molina, Reyes, Toribio y Domingo Cano, Salvador y Domingo Combita, Gregorio, Francisco y Tomás Paredes, Damián y Reyes Montilla, Jesús Manuel Moreno, Juan Pablo Rivas, Miguel Bustos, Apolinario Hoyos, Ignacio Y Domingo Gómez, Ciriaco Volcán, Marcos Prieto, Bernabé Malabares, Joaquín Gutiérrez, Andrés Torres, José Antonio Rodríguez, Juan Antonio y Miguel Moreno, Jacinto Rivas, Cruz Moreno, Pedro Fermín Ramírez, José Juan Araujo, Bartolomé Puente, Blas Moreno, Miguel Andrade y Francisco Ramírez”. (9)
Ellos, hijos de Timotes, entusiastas y voluntarios, se despidieron entre risas y llantos marchando rumbo a los campos de batalla en busca de la libertad. Estos valientes coterráneos combatieron en las históricas batallas de: Niquitao, Los Horcones, Los Taguanes, Cerritos Blancos, Bárbula y otros parajes donde su sangre andina cubrió su suelo patrio, inmortalizando la raza Timotes gracias al empuje belicoso de sus hijos.
Por tal acontecimiento, cada año en los días de junio, conmemoramos un aniversario más del paso del Héroe por estas tierras. Nuestro pueblo permanece atento, implorando oraciones por todos nuestros libertadores, de allí que siempre afirmaremos orgullosos: Timotes se unió a la Causa de la Libertad.
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(9) El Pordiosero, Nº. 17, Timotes, 1ro de mayo de 1912, Pág.6
Estas Informaciones son parte de mis investigaciones consecutivas de Historia Regional y local, y aparecen en mi Libro: “Historia Mínima de Timotes”, publicado en 1992, pág. 24, 25, 26 y 35. De esta fuente que Jesús Aligdo Ramírez no cita por ningún lado, toma informaciones y escribe lo siguiente:
“La estadía del Libertador Simón Bolívar y su ejército en Mérida “Campaña Admirable “ 1812 – 1875 (Nótese que incurre en error histórico al cambiar el año) nuestros antepasados valerosamente se dispusieron alistarse en las filas republicanas uniéndose patrióticamente a las causas independentistas. / pág. 71/
Simón Bolívar permaneció en la Ciudad de Sierra Nevada desde el 23 de mayo hasta el 10 de junio de 1815 (nótese nuevo error histórico en las fechas que no se corresponden con la verdad de los sucesos), desde allí lanzó un llamado a los merideños que en el transcurrir del tiempo se traduce en mas de 500 voluntarios “hombres deseosos de servirle a la causa republicana”.
El paso del Libertador por cada pueblo aumentaba las filas del ejército. Estos hombres entusiastas y voluntarios se despide entre risas y llantos marchando rumbo a los campos de batalla.
…
Son reclutados; Celedonio, Rosario e Ignacio Moreno, Asunción Díaz, Paz Maldonado, Pascual y Encarnación Maldonado, Domingo Rivas / pág. 72/ (indio), José Araujo, Cruz Rivas, Agustín Combita, Santos Rondón, Juan José, Santos Toro, Jerónimo Bustos, Juan Andrés Rivas, Santos Romero, Ignacio y Luís Díaz, Seraldino Moreno, Natividad Araujo, José Jesús Puentes, Miguel Maldonado, Juan Asunción, José Jesús Montilla, Antonio y Pedro Gracia. Hijos de Chachopo entusiastas y voluntarios se despidieron entre risas y llantos marchando a los campos de batalla en busca de la libertad.
… ” / pág. 73 /
Indudablemente que de nuevo irrespeta mis investigaciones porque las toma, las manipula y las hace pasar como reales, cuando estas no sucedieron en ese poblado como él las refiere. Incurre en errores en lugar de escribir Encarnación Díaz, dice: Asunción Díaz; a Juan José no le coloca apellido, es Juan Jose Rivas; escribe: Seraldino, en lugar de Benardino Moreno; refiere Juan Asunción en lugar de decir: Juan Ascención Ocanto; y señala que son hijos de Chachopo, cuando la fuente original que es el Periódico EL PORDIOSERO de Timotes, Nº 17, de fecha: 1ro de mayo de 1912, Pág.6, según escrito de mi Bisabuelo Don Jesús María Espinoza Becerra, Archivo Periodístico Patrimonio Familiar de Los Espinoza, nos indica claramente el origen Timotense de estos hombres voluntarios al Ejército del Libertador, incluso nos dice que Cruz Rivas, era el bisabuelo de mi bisabuelo.
Finalmente, rechazamos este tipo de situación que lesiona mis derechos de autor e irrespeta nuestra historia regional. Quienes escribimos, investigamos y creamos, debemos ser muy originales y con sentido de la ética, tal vez si Jesús Aligdo Ramírez, refiere mis Textos o libros publicados, el parafraseo es vàlido pero ni siquiera tuvo la delicadeza de citar fuentes bibliográficas. Cosas Veredes Sancho! No a la piratería, no al plagio literario. Y para cerrar esta situación algunas gráficas para reforzar.
1.- Artículos de Prensa Publicados
2.- Mi Libro: “Historia Mínima de Timotes”, 1992.
3.- Mis Otros Libros sobre La Campaña Admirable, ya referidos.
4.- Fuente Original: Periódico El Pordiosero, Nº 17, Timotes.
5.- Libro: Chachopo Ayer y Hoy de Jesús Aligdo Ramirez